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La controversia sobre los “compostadores” eléctricos: ¿realmente están convirtiendo los residuos en abono o simplemente están haciendo un lavado verde?

En el panorama en constante evolución de la vida sostenible, una nueva ola de aparatos de cocina promete abordar el creciente problema del desperdicio de alimentos. Los “compostadores” eléctricos de alimentos como Lomi, FoodCycler, Mill y Airthereal afirman transformar los restos de la cocina en abono instantáneo, pero a medida que la tendencia gana impulso, los expertos sorprenden.

La controversia sobre los compostadores eléctricos: ¿realmente están convirtiendo los residuos en abono o simplemente están haciendo un lavado verde?

Examinando las afirmaciones de los “compostadores” eléctricos en la eliminación de desechos de cocina

En la era de una mayor conciencia ambiental, se celebran las innovaciones destinadas a reducir nuestra huella de carbono. Ingresan los “compostadores” eléctricos, elegantes dispositivos diseñados para abordar el creciente problema del desperdicio de alimentos en la cocina. Michelle Cehn, una influenciadora consciente del medio ambiente, recientemente respaldó el compostador eléctrico Lomi en su cuenta de Instagram, mostrando su capacidad para convertir restos de comida en “alimentos vegetales ricos en nutrientes” en cuestión de horas. Sin embargo, detrás del brillante marketing se esconde un debate que desafía la esencia misma de estos dispositivos.

El auge de la electricidad compostadores coincide con una grave crisis de desperdicio de alimentos. Sólo en Estados Unidos, apenas 5% de los asombrosos 66,2 millones de toneladas de desechos alimentarios anuales se convierten en abono. Esta ineficiencia hace que los alimentos se conviertan en el material predominante en los vertederos, emitiendo metano y contribuyendo al cambio climático. El atractivo de estos electrodomésticos es evidente: ofrecen una solución aparentemente conveniente a un problema que afecta a muchos hogares preocupados por el medio ambiente.

Detalles del compostador de alimentos eléctrico Lomi

Jeremy Lang, fundador de Lomi, confía en que su dispositivo $400 proporciona una “solución libre de olores y desorden al desperdicio de alimentos” al tiempo que reduce la huella de carbono en un 127% significativo. Lomi y otras marcas en esta categoría. comercializan sus productos como “compostadores de cocina”. Aún así, expertos como Ron Alexander, consultor ambiental y de compostaje, se apresuran a señalar un defecto fundamental: lo que producen estos dispositivos no es en realidad compost.

El compostaje es un proceso biológico en el que los microbios descomponen materiales orgánicos. Por el contrario, los compostadores eléctricos utilizan cuchillas y calor para moler y deshidratar restos de comida. Alexander enfatiza que el resultado puede parecerse a la tierra, pero carece de la estabilidad biológica del verdadero compost, lo que lo hace susceptible a la descomposición al reintroducirse agua.

Si bien empresas como Lomi y FoodCycler reconocen que su producción no es abono, afirman sus beneficios para el suelo. Los ensayos controlados sugieren un mayor rendimiento de los cultivos y respaldo científico para un crecimiento óptimo de la vegetación. Sin embargo, las pruebas independientes realizadas por Alexander arrojaron resultados diferentes, lo que generó preocupaciones sobre la idoneidad del material como enmienda del suelo.

Mill, una startup de los fundadores de Nest, adopta un enfoque más transparente. Al etiquetar su subproducto como “Food Grounds”, Mill advierte sobre problemas potenciales como moho y atracción de bichos si no se convierte en abono antes de su uso. A diferencia de sus competidores, Mill ofrece un servicio de recogida por suscripción, reutilizando los posos como ingrediente en la alimentación de los pollos.

Si bien estos aparatos presentan beneficios potenciales, los expertos sostienen que un verdadero progreso en la reducción del desperdicio de alimentos requiere el desarrollo paralelo de una infraestructura municipal de residuos. El escepticismo persiste y Alexander expresa su esperanza de que las marcas de electrodomésticos sean más honestas sobre las capacidades de sus productos.

La controversia en torno a los compostadores eléctricos pone de relieve la necesidad de un escrutinio en la búsqueda de soluciones sostenibles. Como consumidores, es esencial distinguir entre avances genuinos hacia la responsabilidad ambiental y tácticas de lavado verde que pueden comprometer la integridad de las prácticas de compostaje existentes.

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